Incidentes

En la mañana del del pasado lunes 30 de mayo, hemos asistido OTRA VEZ a un incidente que pone de relieve la enorme responsabilidad y conflictividad de nuestro trabajo. Alrededor de las 10 de la mañana, un interno en situación de aislamiento provisional en el módulo 5, de confesión musulmana, ha comenzado a gritar y dar golpes en la puerta de la celda.

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Se ha producido una agresión en el MR1. Esta vez no ha sido una escaramuza de las que soportamos a diario, esta vez los hechos han llegado más lejos: un compañero de la guardia 8 ha sido agredido de una forma salvaje y está verdaderamente jodido. No es el único que ha salido mal parado, pero es el que está peor.

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Acaip Catalunya denuncia de nuevo otra agresión a un funcionario en el departamento de psiquiatría del Centro Penitenciario de Quatre Camins. El interno se resistió muy violentamente con patadas, mordeduras y codazos. El Resultado: un compañero con la nariz rota y otro con una mano escayolada por capsulitis y múltiples contusiones.

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El lunes pasado, una vez más, asistimos a una demostración de hasta qué punto está infravalorado nuestro trabajo: se produjo un altercado en el MR1 con un interno que, desobedeciendo el alto de los funcionarios, salió corriendo desde su celda al patio exterior.

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  • El trabajador sufrió un corte junto a la yugular y recibió ocho puntos de sutura.
  • El preso, que tenía asignadas diferentes tareas de confianza en el centro y volvía de un permiso, había escondido la cuchilla en la boca.
  • Se puso nervioso cuando se le obligó a repetir un control de orina.

DESCANSA EN PAZ

 

A las 9.30 de hoy se ha producido la muerte del primer funcionario de prisiones de España por culpa del coronavirus. Se trata de un varón de 66 años que trabajaba en las oficinas del Centro Penitenciario Fontcalent en Alicante. Según ha podido saber El Independiente el funcionario estaba de baja desde el pasado miércoles.

El deceso se ha producido en la vivienda del funcionario, que habitaba una de las residencias cercanas al centro destinadas a albergar a trabajadores del la cárcel. El funcionario se encontraba con su familia confinado en su vivienda desde el miércoles. «Era persona de riesgo y oficialmente es COVID-19», aseguran fuentes solventes del centro. El fallecido se había reenganchado al servicio para seguir trabajando hasta los 70.

Según denuncian los propios trabajadores del centro penitenciario, no se han hecho test a los funcionarios de la cárcel. La tensión en las cárceles del país aumenta según avanzan los días durante la alerta. La posibilidad de que se produzcan contagios entre la población reclusa preocupa a las autoridades sanitarias de los centros dada la gran población de riesgo existente entre las personas privadas de libertad, muchos de ellos con inmunodeficiencias y con edades avanzadas. Los presos de Fontcalent protagonizaron hace dos semanas un amago de plante ante los funcionarios por su preocupación por la expansión del coronavirus, que a fecha de 24 de marzo contaba con 38 funcionarios confirmados como positivos en COVID-19.